La broca presenta un diseño único caracterizado por una serie de elementos cortantes retráctiles en forma de garras dispuestos alrededor de la circunferencia de la broca. Estos elementos de corte suelen estar fabricados de materiales duros y resistentes al desgaste, como el carburo de tungsteno.

Cuando la broca gira y se presiona contra la formación, los elementos de corte se extienden hacia afuera, pareciéndose a garras, para engancharse y cortar el material. Las garras penetran la formación, rompiéndola y creando un camino para que la broca avance más.

Las brocas de garra se usan comúnmente en operaciones de perforación donde la formación contiene arcilla, arena, roca blanda u otros materiales no consolidados. Se destacan en aplicaciones como investigaciones geotécnicas, perforación ambiental, perforación de pozos de agua y exploración mineral.